lunes, 21 de julio de 2014

HIGIENE ORAL DESDE BEBES

Debemos adaptar la higiene oral a la edad y necesidades de los niños.



v  Bebe Lactante:
La higiene bucal debe iniciarse en los bebes, aún en ausencia de dientes, por medio de la limpieza y masaje de las encías, para instituir en el bebé y sus padres el hábito diario de la limpieza de la boca. Además, el bebé se acostumbrará a la sensación de la boca limpia y a la manipulación de ésta. La higiene se debe realizar con una gasa envuelta en el dedo índice, humedecida con agua hervida fría, como mínimo una vez al día (por las noches).

v  Desde el primer diente hasta los 2 años:
Con la erupción del primer diente, se usará el cepillo y el agua hervida fría para la higiene bucal, la madre puede intercalar entre el uso de la gasa y el cepillo en los primeros meses, existen también unos dediles de silicona con aspecto de cepillo que pueden servir de iniciación, hasta lograr la adaptación. Dentro de este periodo se le debe enseñar al bebé a escupir, preparándolo para que llegado el momento de la inserción de la pasta fluorada no la ingiera. La frecuencia de cepillado será de tres veces al día.

v  Desde los 2 años hasta los 6 años:

La higiene se realizará con cepillo y pasta dental con fluor (500 a 550 ppm.) La frecuencia será de 2 a 3 veces al día con pasta y las veces necesarias solo con cepillo y agua. Se realizaran movimientos circulares sobre todas las superficies de los dientes sin olvidarnos también de cepillar la lengua. El cepillado debe realizarse por parte de los padre aunque podemos dejar un cepillo al niño para que se inicie y juegue con él.
Hay niños que necesitan el uso de seda dental ya que no poseen espacios entre los dientes los diastemas, el uso de la seda será por parte de los padre, es aconsejable que se utilicen dispositivos de seda tensada.

v  Desde los 6 años a 8 años:
Se realizará la higiene bucal con cepillo dental y pasta con fluor (1000 a 1100 ppm)  el niño ya puede cepillarse solo aunque es aconsejable que uno de los cepillados sea supervisado por un adulto principalmente el de la noche. La frecuencia será de 3 veces al día con pasta y las veces necesarias solo con cepillo y agua. Se pueden usar técnicas complementarias como reveladores de placa para que el niño coja un buen hábito de cepillado y aprenda a cepillarse correctamente. A esta edad empiezan a controlar perfectamente el enjuague bucal por lo que se debe de introducir en su higiene bucal la utilización de colutorios de flúor según indicación del Odontopediatra diarios o semanales.

v  De los 9 en adelante
Se recomendará el cepillado con pasta dental fluorada (1450 a 1500 ppm) después de cada comida, mínimo 3 veces al día, complementándolo con enjuagues y el uso de seda dental.



Es importante además una buena higiene oral mantener una pauta de revisiones en el Odontopediatra que le adaptará las medidas de higiene (flúor, colutorios…) a sus necesidades.

jueves, 10 de julio de 2014

ACCIDENTES DENTALES EN VERANO


En verano los accidentes dentales aumentan  ¿Qué hacer si tu hijo se cae y se golpea en los dientes?


llegan las vacaciones de verano para los niños,  el buen tiempo, los juegos y actividades al aire libre. Como consecuencia aumentan en un 30% las probabilidades de sufrir un traumatismo bucodental. En muchos casos son evitables con la prevención adecuada, el uso de protectores bucales para determinados deportes…


Los accidentes más comunes acaban con un golpe-traumatismo en los dientes antero superiores, (incisivos superiores) en los que se pueden ver afectadas las estructuras de soporte del diente lo que provoca movilidad o desplazamiento, las estructuras internas con dolor e infecciones, o los dientes permanentes que están formándose para el recambio dentario. Además las consecuencias de estos percances se agravan si no se recibe una adecuada atención de urgencia, con un seguimiento y tratamiento de un profesional de la odontología familiarizado con este tipo de urgencias.

En caso de accidente con pérdida de un diente:  no conviene lavar ni raspar el diente,  se aconsejable intentar colocar el diente en su sitio si este es ya definitivo o guardar el diente en la boca para que la saliva lo proteja o si no fuera posible, conservar la pieza en un recipiente con leche y acudir inmediatamente a un dentista.
Si se ha roto el diente:  se debe buscar el fragmento y acudir inmediatamente al dentista para que valore los daños. Esto es de particular importancia si parece que el diente está sangrando por la mitad y no solo las encías.